No me debe importar. Igual se iban a matar, independiente de que yo apareciera o escribiera algo. Como dice mi entrañable Julio César Gómez Lara: Ellos son unos marginales. No te van a tocar. En fin. Quiero pensar que estoy lejos, que no estoy a su alcance, no me harán nada. Ni a mi ni a los míos. Basta de tanta culerada. Cero sentimientos. Solo cerebro. Una máquina de pensar.
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