jueves, 11 de octubre de 2007

Ataque obsesivo compulsivo por Fuguet

Fuguet según Fresán

Alberto Fuguet me invita a su flamante estudio alquilado -"no phone, no tv, no e-mail, no dvd", se enorgullece- a donde va a escribir todos los días. Hay libros (Ford, Salinger, Papeluchos varios, Moody, Chabon, Canin, Eggers, Palahniuk, Vargas Llosa, Price, lyer, Moore, Wolff y Bolaño, que le parece "the real thing"); hay revistas (muchas, de cine), hay Newsweek (le pido un ejemplar, me lo da a regañadientes pero me lo da).

Hace rato largo que Fuguet no publica nada nuevo. Publicó una antología de su periodismo y un guión. Fuguet estaba más metido con el cine (su otro primer amor) que con la literatura. O "leyendo mucho: un escritor cuando más escribe es cuando más lee". O "simplemente ocurre que estoy menos autista y pasándola mejor haciendo trabajos grupales".


Sin embargo, los años -y las ediciones de Sobredosis, Mala Onda, Por favor, rebobinar y Tinta roja- parecen no pasar para Fuguet. Sigue siendo el mismo tipo al que conocí hace más de doce años en Buenos Aires, cuando Nuestra Señora de McCondo todavía no había sido bautizada y bendecida y nadie pensaba en aparecer en la portada de Newsweek. Lo importante entonces era tener el dinero suficiente para comprar Newsweek en cuya portada por entonces salía Umberto Eco.

http://www.letras.s5.com/af161204.htm

Fuguet según Fuget:

"Las enfermedades sicológicas no me parecen nada cool, aunque sé que son bien apreciadas en el mundo del arte"

"Creo en McOndo, me parece que la realidad es mcondiana y es la que nos ha tocado"

"Yo lloro en el cine. El cine es indispensable en mi vida (...) Me salvó del abismo".

"Supongo que supe que tenía que ser escritor cuando capté que el periodismo ya no me bastaba. O sea, no hace tanto. Unos seis años antes de que saliera Sobredosis, pero no me consta. Si en realidad hubo un instante epifánico, digamos, ese tiene que haber sido cuando mis padres me dejaron en Chile: mis vacaciones en un país tercermundista se transformaron in the place / was gonna live y tuve que optar, conscientemente, en abandonar mi lengua original, el inglés, para sobrevivir a toda costa. Ese fue el momento en que quizá me transformé, antes de saberlo, en escritor. Me dije: 'OK, pierdo el inglés, hablaré en castellano, pero me tengo que quedar en algo'. Y ese algo fue escribir Yo siento que escribo en inglés, me conecto con algo primario en mí, instintivo. Y eso es el inglés. Que salga en castellano es secundario. Tengo un software dentro mío que traduce en forma automática.

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