jueves, 17 de junio de 2010

Houston, Houston, ¿me escuchas?

Babysitio.com asegura que a la semana 20 de gestación los bebés ya oyen el mundo exterior. Yo me emociono. Camila Calles me da valiosos tips. Pero mi hermana asegura que debo esperar hasta la semana 30. Cierto o no, ya inicio la colección musical y sabias recomendaciones.


A partir de la semana 20 de embarazo, el nonato puede escuchar, asegura el respetadísimo portal babysitio.com

“El líquido amniótico que lo rodea, distorsiona los sonidos (como cuando estamos debajo del agua) pero aún así el bebé puede escuchar”, plantea el equipo médico de este bien ponderado sitio, que provee semanalmente, vía web, un detallado informe de la evolución de un embarazo. http://www.babysitio.com/embarazo/desarrollo_fetal_semana_20.php

La noticia me pone a buscar canciones en YouTube y LimeWire, donde hallé esta joyita: Dolphins Chillout http://www.youtube.com/watch?v=C72027z1kmA


Mi bienquerida Carlemy Salinas me suministra un disco compacto con cantos de ballenas y la versión de Mozart de Baby Einstein.

Mi entrañable Camila Calles, desde España, me provee invaluables consejos vía Facebook.

“A mi hija Andrea yo le escogí el gusto musical desde que estaba en la panza, te juro que siguen siendo los mismo de ahora”, me escribe Camila, mientras prepara su tesis de postgrado.

La pequeña Andrea González escuchó música vía intrauterina gracias a varios métodos maternos: colocando audífonos de diadema o de pastilla sobre el abultado vientre.

Y, como diría mi adorable cerdita Olivia http://www.oliviathepiglet.com : “Lección de la vida (de embarazada) número 28: Invertir tanto dinero en la compra de parlantes especiales, no vale la pena.

“A mi segunda hija, Mariana Sofía, la música se la puse sin audífonos. Sólo con el equipo de sonido al lado”, me cuenta Camila, periodista, futura maestra en ciencia y con un doctorado en maternidad con Andrea y post doctorado con la pequeña Sofía, de 19 meses.

“Para la noche te recomiendo música de animalitos. Yo le puse música de las ballenas jorobadas cuando estaban en el vientre. Con esa música se duermen. Pero, antes les explico que ya es de noche, que ya es hora de dormir, la luna salió y cosas de esas. Cuando nacieron hice lo mismo y desde la segunda semana durmieron toda la noche. Ahora, cuando oyen esa música saben que es momento de dormir”, me atestigua Camila.

Yo comienzo a emocionarme.

En la mañana, continúa Camila, es mejor música más ritmica, como las Cuatro Estaciones de Vivaldi. Por la tarde, Mozart. ¡Beethoven aún no es recomendable! “Es más fuerte y brusca”, asegura y dice que es para los bebés más grandes.

“Mujer, hablale mucho. Y cuando veas que es necesario hablale más fuerte, así como regaño”, me insiste. Yo comienzo a buscar el equipo de sonido en la casa de mi madre.

“Los bebé escuchan hasta después de la semana 30, su aparato auditivo aún no ha madurado”, me espeta mi hermana, con 10 años de estudio en medicina y madre de dos adorables sabandijas a quienes adoro. El comentario le sale justo después que he buscado, limpiado e instalado el estéreo junto a mi cama.

Al final del día no sé mi bebé me escucha o no. Pero ya comienzo a tener la música y la emoción.

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